Tarjeta de combustible corporativa ¿cómo hacer la elección correcta?

Aunque las empresas optan cada vez más por la gran herramienta que representan, la compra de tarjetas de combustible requiere un verdadero proceso de reflexión previo. En efecto, no todas las tarjetas ofrecen las mismas ventajas, no están disponibles al mismo precio y no cubren las mismas redes. La elección de una tarjeta de combustible requiere tener en cuenta varios parámetros antes de dirigirse al proveedor más adecuado.

Un criterio importante a tener en cuenta es la red de estaciones de servicio asociadas a las tarjetas propuestas. Mientras que algunas tarjetas tienen una cobertura geográfica limitada, la tarjeta Total Energies puede utilizarse en más de 200 estaciones de todo México. El nivel de cobertura garantiza que sus empleados puedan utilizar su tarjeta en cualquier momento para cargar combustible. Si el negocio de la empresa abarca Europa, la tarjeta de combustible Total cubre una red de 14.000 estaciones de servicio en esa zona, lo que supone una ventaja indudable.

La tarjeta de combustible Edenred ofrece un nivel de cobertura similar en México, con 7.000 estaciones de servicio, de las cuales 1.800 son de bajo costo. Esta observación lleva a otra: más allá de la cobertura, hay que examinar el precio final de la gasolina a la hora de elegir una tarjeta de combustible. Además del precio indicado en la estación, algunas tarjetas incluyen un descuento sistemático y otras no.

En el mercado mexicano existen otras tarjetas de gasolina que ofrecen una cobertura más o menos amplia, como la tarjeta Easfyfuel, con sus 3.700 estaciones, o la tarjeta DKV, con más de 2.800 estaciones. Los grandes comercios suelen tener redes menos extensas, pero el costo de la tarjeta es menor, como la tarjeta de combustible Intermarché Pro, de 120 pesos al año, o la tarjeta Auchan, que también cuesta entre 120 y 240 pesos al año tras un primer año gratuito.

La elección de la tarjeta de combustible también depende de los servicios que puedan facilitar o mejorar la gestión global de la flota de la empresa. Así, a la hora de elegir una tarjeta de combustible, algunos gestores preferirán tarjetas que incluyan estacionamiento (sobre todo si la empresa requiere desplazamientos en zonas urbanas) o la opción de peaje, otros preferirán el mantenimiento con limpieza del vehículo y el acceso gratuito a determinados productos en la tienda. Por último, otros optarán por la ayuda para el pago de impuestos.

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